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Caminante entre las estrellas, buscando aquel matiz del amor,
Viajero del tiempo, creciente fuego solar, se impregna al soñar,
Errante el sendero que se construye por la ilusión y fervor,
Encuentro un matiz único, con su brillo impregnado al amar.
Encontré el amor eterno, en una mujer extraordinaria,
Su amor provee vida, fluyen vastos ríos germinándo paz en mi,
Su naturaleza tan pura, humilde, sincera me acompaña,
Extendiendo mi trayecto de vida, con su tacto en mi porvenir.
La caricia del tiempo alberga mi mente al ser parte de ella,
Soy eterno por su perpetuo amor placentero, siendo un arte,
Soy servil a su mirada, atiborrada con luces de estrellas,
Así verla en las noches cuando mi barco naufrague sin amante.
El amor eterno, no es leyenda, existe en una mirada,
En una mirada que inspira soles y mares a moverse,
Dueña de mis emociones, dueña del amor que en mí se irradia
Yace en mi alma, universo que solo a mi me pertenece.
Viajero del tiempo, creciente fuego solar, se impregna al soñar,
Errante el sendero que se construye por la ilusión y fervor,
Encuentro un matiz único, con su brillo impregnado al amar.
Encontré el amor eterno, en una mujer extraordinaria,
Su amor provee vida, fluyen vastos ríos germinándo paz en mi,
Su naturaleza tan pura, humilde, sincera me acompaña,
Extendiendo mi trayecto de vida, con su tacto en mi porvenir.
La caricia del tiempo alberga mi mente al ser parte de ella,
Soy eterno por su perpetuo amor placentero, siendo un arte,
Soy servil a su mirada, atiborrada con luces de estrellas,
Así verla en las noches cuando mi barco naufrague sin amante.
El amor eterno, no es leyenda, existe en una mirada,
En una mirada que inspira soles y mares a moverse,
Dueña de mis emociones, dueña del amor que en mí se irradia
Yace en mi alma, universo que solo a mi me pertenece.
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es verdad, esta mirada... te queda para siempre...